Termino mi jornada laboral, me encuentro bien y me animo a empezar a preparar el Herri Krosa 2022, carrera popular en Bilbao, 10 km, objetivo bajar de los 50 min, ya tengo una edad y dos años de pandemia…
Me preparo, me visto; pantalones de running, camiseta deportiva, sudadera hortera con las mangas cortadas, para darle un toque más épico, zapatillas adecuadas. Voy a correr hasta la plaza de gas, hacer lo que toca hoy de peso corporal y otra carrerita, máximo 2km para empezar suave. Me doy ánimos para combatir el frio invernal. La primera vez que salgo a correr desde mi nueva casa, que ganas.
Abro el portal, miro alrededor, voy por el camino largo. Tengo ganas, conecto el gps, que no quede un solo paso sin apuntar, que sino no valen lo mismo… Me lanzo a correr. Las primeras sensaciones son de placer puro y duro, hacia demasiado que no corría, me gusta, me hace sentir bien. Los primeros metros los disfruto, cada paso, cada respiración, ¡joder, me siento vivo!
Según pasan los metros soy consciente de que he perdido mucha forma física y que me va a costar recuperarla, toca trabajar, no pasa nada, eso ya lo sabías tío, así que a darle, poco a poco pero constante. Voy pasando a la gente por la calle, que maravilla, nunca había corrido por esta parte de mi ciudad, va a ser una gozada.